A media noche me despierto con hambre. Abro los ojos y veo a mi osito,
cierRo los ojos. Abro los ojos y mi osito está más cerca, cierro los ojos. Abro
los ojos y no veo nada, me acabo de dar cuenta de que yo no era el único que
tenía hambre.
RAÚL VIEIRA
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