Oí un ruido.
Me giré.
Y desearía no haberlo
hecho.
Corriendo hacia mí, a una
velocidad endiablada, vi a la criatura más espeluznante que el ser humano pueda
imaginar.
Cuando estaba ya a punto
de alcanzarme, logré esquivarle, y se lo tragó la oscuridad del pasillo.
Nunca lo he vuelto a ver.
Y espero que siga así.
CLARA SALVADOR de 2º de
ESO B
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