Estaba en una estrecha y
sombría calle que parecía no terminar. Tenía que ir al supermercado, pero no
sabía cómo. Pregunté a una señora que estaba parada:
-
Señora, ¿sabe
por dónde se va al…?
-
Joven, ya no
necesitas ir a ningún sitio, estás muerta
Miré mis piernas rotas y
mis brazos con heridas sangrientas, ahora lo recordada todo. Un coche me
atropelló cuando iba a la compra.
NATALIA GARCÍA ROYO de 2º
de ESO C
No hay comentarios:
Publicar un comentario