Era una noche tenebrosa en
la que la tormenta inundaba la oscuridad, un chico volvía del centro de la
ciudad, que estaba a cinco manzanas de allí y empezó a sentir una sensación de
frío helador y se paró de repente, pero a lo que se dio cuenta, estaba pisando
un charco de sangre y en el reflejo había una silueta negra y sombría.
ADRIÁN MORENO MOMPEL de 2º
de ESO B
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